¿Qué es una constelación sistémica?
Principio sistémico: El total es más que la suma de las partes
El conjunto de principios naturales, familiares, sociales y espirituales, que rigen el funcionamiento de los núcleos humanos, es lo que Bert Hellinger denomina, “Órdenes del Amor”.
La transgresión de estos órdenes es el origen de los conflictos, que pueden llegar a manifestarse como patologías individuales, familiares, grupales o sociales.
Las constelaciones nos ayudan a conocer el origen o la causa de un conflicto, sea este de tipo personal, social u organizacional, facilitando una nueva visión de dicho conflicto y de todos los componentes implicados, así como de los pasos a seguir hacia una solución satisfactoria.
Muchos de los problemas que cargamos a lo largo de nuestra vida tienen que ver con los asuntos no resueltos del sistema familiar y/o social a los que pertenecemos, y a los que nos mantenemos ligados por profundos lazos de los que, a menudo, no somos conscientes.
Las constelaciones sistémicas se muestran también muy eficaces en el ámbito de las organizaciones, tanto en lo que se refiere a la mejora de las relaciones laborales, que a menudo son causa del incumplimiento de objetivos, como cuando es necesario obtener una información más amplia en la toma de decisiones complejas.
¿Por qué constelar?
Constelar nos ayuda a resolver conflictos que parecen resistirse a otras formas de abordaje.
Las constelaciones son un medio muy fiable para conseguir una gran cantidad de información en muy poco espacio de tiempo.
¿Qué aportan los caballos a una constelación?
Gracias a su enorme sensibilidad, su fuerte conexión con el momento presente de la vida y su ausencia de prejuicios, los caballos aportan a las constelaciones una nueva dimensión en la calidad de la información, facilitándonos la lectura y resolución de las situaciones a tratar, de forma nítida y con una extraordinaria pureza.
Los caballos poseen una enorme sensibilidad de respuesta ante todo los que les rodea.
Al ser un animal de presa han desarrollado un sistema de alertas y rápidas reacciones a su entorno que le han permitido sobrevivir a sus depredadores.
Destinado también a ese poder de perpetuarse como especie, ha desarrollado unos amplios y complejos vínculos con sus congéneres, es decir un sistema relacional y social donde, al igual que en las constelaciones familiares, prevalece la supervivencia y la estabilidad de la especie frente al individuo.
No sabemos lo que sienten los caballos, pero si podemos ver cómo reaccionan de forma inmediata cuando actúan como “representantes” en una constelación.
Es una respuesta instantánea, pura y limpia, pues no puede en absoluto estar mediatizada por lo mental como en nosotros.
Al hacer de representantes en una constelación, los caballos nos muestran que todos los seres estamos conectados y tenemos capacidad de “sentir” al otro, a pesar de que seamos especies diferentes.
Los caballos que actuarán de representantes en toda constelación deberán estar en un buen estado de salud, física, psíquica y mental. Para ello será necesario que vivan en condiciones lo más cercanas posibles a lo que sería su hábitat natural en libertad.
Siempre que colaboren como representante deberán tener el espacio suficiente para decidir si quieren actuar en esa constelación o no, con lo cual habrá que disponer de un espacio de “salida” de la constelación. Deberemos también respetar tu tiempo de descanso y estar alertas de cuando nos indican que una constelación ha terminado y nunca forzar una continuación bajo el deseo de nuestro “ego”. Hay que aprender de esa mirada del caballo en el presente y dedicar muchas horas a la lectura de su lenguaje no verbal, rico, claro y sutil, que nos va a permitir también lecturas precisas de los movimientos de cada constelación. Colaborar con caballos es un privilegio que debemos reconocer y apreciar.
Es difícil, por no decir imposible, que un caballo, después de actuar como representante en una constelación, se quede con algo de ella, refiriéndome a algo perjudicial para él. Sus mecanismos de liberar el estrés son mucho mejores que los nuestros.
De todas formas, siempre que terminemos una constelación deberemos verificar que todos los caballos están en perfecto estado y no requieren de ningún tipo de atención especial ó tratamiento por nuestra parte. En el caso de que así fuera, estamos obligados a proporcionárselo.
El objetivo de las constelaciones es que cada individuo entre en consonancia con su destino y ocupe el lugar que le corresponde entre los distintos grupos con los que se relaciona.
Este taller lo realizaremos en plena naturaleza en Miedes de Atienza, Guadalajara a una hora y media de Madrid, con una manada de caballos que viven en semi libertad, en invierno en un pinar y en verano en las praderas de la zona.
Horario: 10h a 19h
Inversión: 85€ Comida incluida